4 razones por las que no copiar términos y condiciones

  • mayo 7, 2023
  • Jorge Morell Ramos

Cuando creas una app, tienda online, web, concurso, evento, promoción u otro tipo de actividad online, la misma necesitará unos términos y condiciones para regular quién puede participar en el sorteo, dónde envías tus productos o qué ocurre con los datos de un usuario cuando da de baja su perfil en la app, entre muchas otras cuestiones. Cuando eso ocurre, la tentación más común es copiar esos términos y condiciones de sitios similares y resolver así rápidamente el problema.

Esos términos y condiciones son lo que la ley llama «Condiciones generales de contratación». Es decir, las cláusulas no negociables que se incorporan a un contrato (por ejemplo, al comprar unos zapatos o participar en un concurso online) normalmente por una de las partes (el vendedor o titular de la web o app), y que tienen como objetivo ser incorporadas en múltiples contratos (desde cientos a millones) de igual forma (sin posibilidad de negociación individual).

Esos términos y condiciones pueden aplicarse tanto a profesionales (una empresa que contrata el alojamiento de su web profesional) como a consumidores (un particular que se suscribe a Netflix). Para asegurar que esos términos y condiciones no son ilegales, la ley exige que puedan ser conocidos antes de contratar, que se redacten de forma transparente, clara, concreta y sencilla. Y en el caso de dirigirse a consumidores (alguien que usará lo adquirido para su disfrute personal, no para su actividad profesional), esos términos y condiciones no deben incluir cláusulas abusivas.

Por tanto, cuando estás creando tu app, web, tienda o evento online y simplemente copias los términos y condiciones de algo que se parece, es como intentar reutilizar un molde pensado para una receta y producto, pero en otro parecido aunque no exactamente igual.

Pero digamos que has tenido buen ojo y has encontrado un molde bastante ajustado a tu caso. Buen trabajo.

En todo caso, no hay que olvidar que a los términos y condiciones también se les llama comúnmente «la letra pequeña». Eso se debe a que el molde tiene muchos más aristas y particularidades de las que podría parecer (legislación aplicable, tipo de producto o servicio o necesidades propias de negocio, entre otros).

Es en esa letra pequeña donde el molde puede empezar a bailar, desencajar y dar más problemas de los que aparentaba inicialmente.

Veamos 4 razones por las que la letra pequeña de ese molde en forma de términos y condiciones que has copiado puede darte más dolores de cabeza de los aparentes:

1.- Datos incorrectos

La normativa sobre condiciones generales de contratación, los términos y condiciones, obliga a identificar al titular de la web, app o tienda online, desde su nombre (ya sea particular o empresa), a su domicilio, NIF, datos del registro mercantil o correo de contacto, entre otros.

Si haces un simple copiar/pegar es posible que incluyas datos incorrectos, pero el error más típico en ese caso es olvidar algún dato que sí te correspondía incluir, por ejemplo los del registro mercantil si eres una empresa española. Como seguramente habrás copiado los términos y condiciones de una empresa extranjera y ahí no se les exige eso, tú no los incluirás y entonces tienes riesgo de ser sancionado con ello.

Los datos incorrectos o ausentes (pero exigidos por la ley) también pueden ser otros como autorizaciones, licencias administrativas, certificaciones o datos de contacto, entre otros.

Sea como sea, la no inclusión de los datos del registro mercantil en los términos y condiciones ha sido sancionado en los últimos años con multas que van de los 800 a los 1.200 euros.

2.- Normativa equivocada

Cuando copias los términos y condiciones de una web o app parecida, normalmente la empresa (o empresas, si usas términos y condiciones de varias webs) será de otro país. Por tanto esos términos y condiciones han sido elaborados teniendo en cuenta normativa de otros países. En ocasiones esas otras leyes pueden ser parecidas, si la empresa está en Europa, pero pueden ser muy diferentes si por ejemplo son de EEUU u otra región.

Un error muy típico cuando se copian términos y condiciones de webs o apps de otros países es el relativo a los tribunales aplicables en caso de conflicto. Si tu negocio se dirige a consumidor final, siempre deben aplicar los tribunales del domicilio del usuario (es decir, no puedes decir que aplicarán los tribunales de Madrid sin más, ya que es una cláusula abusiva según el artículo 90.2 de la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios). Además, debes informar sobre el sistema europeo online para resolución de conflictos.

Si unos términos y condiciones han sido copiados, muchas veces no se incluye mención al sistema europeo para resolución de conflictos y es habitual incluir cláusulas que hablan de tribunales o leyes aplicables. Es decir, cláusulas abusivas cuya inclusión nos puede costar dinero.

Ese tipo de infracciones suele sancionarse en la práctica con multas que van de los 2.000 a los 4.000 euros.

3.- Ventajas desaprovechadas

Si copias los términos y condiciones de tu web o app estás dejando pasar oportunidades y ventajas que la normativa te permite usar, siempre y cuando las regules en tus términos y condiciones.

Por ejemplo, cuando un usuario decide ejercer su derecho de desistimiento y quiere devolver algo adquirido (el libro que ha comprado en tu tienda online, por ejemplo) el empresario puede obligar a que el usuario asuma los costes de la devolución, pero para ello es necesario que lo incluya en los términos y condiciones (artículo 108.1, párrafo segundo de la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios).

Por no hablar de las exclusiones de responsabilidad, políticas de cancelación, gestión de derechos de propiedad intelectual u otras cuestiones que el titular de la web, tienda o app puede aprovechar en su favor si las regula en los términos y condiciones, como pide la normativa.

Sin embargo, si los términos y condiciones usados son copia de otros, muchas de esa ventajas individuales es probable que no se contemplen y se pierdan.

4.- Datos personales

Dos de los términos y condiciones más típicos son la Política de Privacidad y la Política de Cookies, dos textos que sirven para regular los datos personales captados, para qué se usan, qué puede hacer el usuario respecto a ellos y qué hará el titular de la tienda, web o app si recibe una solicitud del usuario. La Política de Cookies es similar pero en relación a las cookies que implementa la web o app, qué recogen y cómo limitar su impacto.

Sin embargo, si uno simplemente se dedica a copiar los términos y condiciones sin ajustarlos mínimamente a su proyecto, corre el riesgo de regular equivocadamente los datos personales que capta, cómo los usa, las bases legales que aplica y otros requisitos legales. Es decir, puede incumplir con el derecho de información que tiene el usuario del producto o servicio.

Eso normalmente es sancionado por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) con sanciones que van de los 1.000 a los 3.000 euros. Como muestra un botón, resolución de la AEPD del 26 de abril de 2023 por la que sanciona con 1.000 euros a una web por política de privacidad deficiente.

En conclusión, ¿puedes copiar términos y condiciones? Claro, solo faltaría.

¿Implican un riesgo legal? Sí, por las razones indicadas. Además desaprovechas oportunidades que la ley te proporciona.

¿Esos riesgos cuánto pueden costarme? Con números realistas en la mano, no las estimaciones más grandes de la normativa, el riesgo económico de copiar unos términos y condiciones (incluyendo Política de Privacidad, Política de Cookies y Condiciones de Uso y Contratación) va de 2.500 a 7.000 euros.

Mientras tanto, ¿cuánto me costarían unos términos y condiciones propios? Ni la tercera parte de esos 2.500 euros (entre 500 y 800 euros en asuntos no comunes).

Por tanto la inversión en términos y condiciones es más rentable de lo que puede parecer, ahorrándote un buen dolor de cabeza y más de un disgusto económico.

Si necesitas unos, puedes contactarnos aquí.