

La Navidad y Papá Noel también tienen sus términos y condiciones
Papá Noel S.A., la mayor compañía a nivel mundial en servicios de paquetería mediante trineo (ya haciendo las primeras pruebas con los reno-drones), está de vuelta un año más con nuevas promesas de deslumbrantes regalos que recompensen nuestro esforzado comportamiento a lo largo del año.
Si bien este año no presenta muchas novedades respecto a anteriores ocasiones, aunque debe destacarse el nuevo sistema de tracking implementado, hay algo que seguramente no cambie, y es que casi seguro que hemos vuelto a emplear el servicio aceptando sus Condiciones de Uso y Política de Privacidad… ¡sin leerlas!
Vamos a ver algunos de los aspectos más destacables de los términos y condiciones de Papá Noel.
¿Para qué podrán usar tu contenido?
A pesar del carácter relativamente filantrópico de Papá Noel S.A., la verdad es que cuando publicas en el servicio una foto, vídeo o cualquier contenido protegido por derechos de propiedad intelectual (eso no incluye la mayoría de tus “¡Feliz Navidad, cuñaoooooo!”), concedes a la empresa una licencia de uso “no exclusiva, transferible, sublicenciable, gratuita, mundial y mágica».
Ahora bien, siempre eres el propietario de tu contenido. En la práctica esto quiere decir que Papá Noel puede copiar tus artísticas postales con gorro en cualquier lugar del mundo sin tú ver un duro por ello.
Por supuesto, si borras el contenido se da por finalizada la licencia, pero ojo que hay truco. Si tu foto o vídeo tienen ya han sido compartidos (en el álbum de la abuela, el Instagram del vecino o la intranet de la oficina), la licencia no finaliza y Papá Noel podrá seguir utilizándolo, casi seguro, por siempre jamás.
Papá Noel ya usa la nube en su día a día
¿Qué datos personales cedes?
En el momento del registro aportas una información básica que incluye tu nombre, dirección postal, fecha de nacimiento, género y en algunos casos también tu número de teléfono (para asegurar la recepción de regalos improvisados de última hora).
A partir de ahí, y con el uso diario, se suman otros tres tipos de datos: los que tú decides compartir (foto de perfil, disposición del belén, selfies con gorro, vídeos de villancicos, localización geográfica de la cena de empresa, gustos turroniles o tu creencia en el amigo invisible, entre otros).
Luego están los que otras personas comparten sobre ti (tus tallas de ropa, los nuevos hobbies del año o las indirectas lanzadas en grupos de WhatsApp).
Finalmente, hay los que el propio Papá Noel recopila automáticamente a través de tu uso a lo largo de año: las cookies no consumidas para mantener la línea, las veces que no olvidaste un cumpleaños (si fue gracias a Facebook no cuenta), las ocasiones que lavaste los platos sin que nadie te lo pidiera, tus horas de entrada y salida o los «jolines» que empleaste en lugar de otras opciones más contundentes.
¿Qué pueden hacer con estos datos?
Como acabamos de ver, el mero hecho de utilizar Papá Noel implica que, sin darte cuenta, cedes a la empresa mucha información sobre tu vida más íntima (incluso con pegatina en la webcam). Cuestión distinta es que le des permiso absoluto para utilizarla, ahí es donde entra en juego la Configuración de creencias y espíritu festivo.
Básicamente, emplea tus datos con fines lógicos como prestar el propio servicio o garantizar su continuidad. Pero ojo ya que también lo hacen para asociar tu nombre y foto de perfil a los álbumes recopilatorios anuales (como el resumen de tu Facebook).
Además, y de esto sí que no te escapas, consientes que analicen tu comportamiento continuamente para determinar tu grado de adecuación y hacerte llegar el regalo (solicitado o no) en función de: tu vestimenta, comentarios más repetidos, nivel de atención, lugar en la jerarquía de favoritos u otros criterios internos o externos, lógicos o no, aplicables por cualquier razón, sin previo aviso y (normalmente) sin contemplar la posibilidad de devolución.
¿Puedes darte de baja? ¿Cómo?
Si decides dejar de utilizar Papá Noel tienes 2 opciones: renunciar a tu espíritu festivo o cambiar de creencias.
En el primero de los casos, el resto de usuarios raramente te prestará su gorro navideño, pero tu información no será borrada (por si decides volver a creer). En el segundo, los datos sí que desaparecen, pero no del todo. Las publicaciones enviadas durante antiguas celebraciones seguirán ahí cuando te vayas, y quizá haga falta recurrir a tu derecho al olvido.
¿Cuánto tiempo retendrán tus datos si decides marcharte?
La empresa afirma que “normalmente” tardan alrededor de entre 3 y 5 navidades para eliminar una cuenta (de sus servidores, para el usuario en principio es instantáneo), pero “puede quedar información en los pendrive de publicidad y los registros durante un máximo de 10 navidades”.
Sin tener en cuenta los datos y contenidos que sobrevivan en las biografías de tus amigos o el álbum de recortables de cada año.
¿Cuál es la edad mínima para darse de alta?
Aquí la respuesta es clara: “Desde cero años puedes ser usuario de Papá Noel”.
Ello plantea una interesante cuestión legal sobre la información asociada y disponible respecto a los millones de menores de edad registrados en el servicio. Por ejemplo, el dato que indica su grado de adecuación o no durante el año (es decir, sin fueron o no buenos).
¿Pueden cambiar los términos?
Pueden cambiar por cualquier motivo y sin previo aviso (especialmente en las cena de amigo invisible).
¿A qué legislación están sujetos?
A la región de Laponia, en el Círculo Polar Ártico.
Cualquier demanda contra la compañía por infracción de sus términos y condiciones debería resolverse ante un tribunal del condado de Napapiiri, en el Valle del Hielo.
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¡Felices fiestas! Molts’d’anys! Merry Christmas! 😀