Uber – 13 Detalles sobre sus términos y condiciones

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¿Qué condiciones aguardan al usuario del servicio de taxis Uber?

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Actualizado: según su nueva Política de Privacidad, del 13 de mayo de 2014

Uber, la compañía norteamericana fundada por allá 2009, consiste en un servicio de coche compartido que pone en contacto a pasajeros y conductores como si de un taxi se tratara. Simplemente es necesaria la app móvil, buscar un vehículo disponible en el área en la que nos encontramos, hacer una petición y esperar la respuesta del conductor. Si ésta es positiva, mediante GPS controlaremos la situación de nuestro chófer, nos llevará a destino y pagaremos vía tarjeta de crédito mediante la propia app.

Sí, suena lo suficientemente sencillo y operativo como para poner patas arriba a un mercado, en este caso el sector del taxi. De hecho ahora que Uber ya se ha estrenado en España (Barcelona concretamente), las quejas del sector del taxi no se han hecho esperar.

Al parecer el negocio no va mal, justo hace dos días Uber celebraba su estreno en la ciudad número 100. Además, se estima que el valor de la empresa podría situarse en la actualidad por encima de los 3 billones (con b) de dólares americanos.

La legalidad de Uber también ha sido cuestionada casi desde el principio, ya sea en Bruselas (donde ya se considera ilegal) o por los accidentes ocasionados, algunos mortales, por los conductores contratados por los pasajeros. ¿Y qué hay de sus términos y condiciones? Pues dispone (en inglés y otros idiomas que no son el castellano por ahora), de unas Condiciones de Uso, una Política de Privacidad, unos Derechos de Propiedad, una Divulgación Responsable y una política de Tolerancia Cero.

Geolocalización y otros datos de la empresa según sus términos y condiciones, en el Mapa de Términos y Condiciones y Términos y Condiciones según su Edad.

Veamos ahora 13 detalles de los mismos:

  • Si bien la empresa es norteamericana, sus Condiciones de Uso fijan su base de operaciones en Holanda. De hecho es con la empresa situada en Amsterdam con quien contratamos al instalar la app y su normativa y tribunales resolverán en caso de disputas.

  • Para usar el servicio hace falta tener al menos 18 años. Ahora bien, para usar el servicio como conductor y no como pasajero, se requiere tener mínimo 21 años.
  • Aunque se habla de darle un uso personal a la cuenta, uno puede registrarse en Uber en nombre de una entidad u organismo. No cabe a priori el uso comercial.
  • Siempre queda en manos del conductor aceptar o no la solicitud del pasajero para realizar un trayecto. Si aquél acepta, comparte con el pasajero información como su nombre, matrícula o su situación en tiempo real, vía GPS.
  • Inciden muchos las condiciones en que Uber no proporciona servicios de transporte ni es una empresa de transportes, de forma que únicamente es un intermediado entre el pasajero y el conductor, que son los que en realidad contratan vía la app que Uber ofrece. De forma que Uber nunca forma parte del acuerdo de transporte.
  • Curiosamente, se dice que únicamente podemos usar puntos de acceso o conexiones 3G para las que tengamos autorización.
  • El uso de la app es gratuito, pero Uber se reserva el derecho a cobrar una tasa por su utilización, algo que en todo caso notificaría. En otro orden de cosas, los importes aplicables al trayecto pueden encontrarse en la web (aquí los relativos a Barcelona) y pueden cambiar.
  • Si bien Uber no tiene nada que ver en el acuerdo entre conductor y pasajero y sólo es intermediario, es quien cobra en nombre del conductor el importe del trayecto. Algo que hace vía la tarjeta de crédito proporcionada por el pasajero al crear la cuenta. Por cierto, los pagos no son reembolsables.
  • Exceptuando los casos de muerte y lesiones, Uber no se responsabiliza por daños producidos por el mal uso del servicio, y en todo caso dice que como mucho responderá hasta 500€ (si la ley no establece lo contrario :P). La calidad del servicio es responsabilidad exclusiva del conductor, no de Uber.
  • El contenido subido por el usuario se licencia a Uber de forma no confidencial, mundial, no exclusiva, gratuita e indefinida. Y es que aunque uno puede marcharse cuando quiera, la información personal y de uso recogida se mantiene incluso cuando la cuenta haya sido eliminada por ej. por «razones comerciales». En esos casos puede llegar a ocurrir que los datos se hagan anónimos, pero podrían seguir manteniéndolos.
  • La información personal proporcionada a Uber consiste en: email, contraseña, nombre, número de móvil, país, idioma, los primeros 6 y últimos 4 números de la tarjeta de crédito (fecha de caducidad y código de seguridad incluidos) y foto de perfil (opcional). Además: la IP, la dirección MAC, mucha información del dispositivo móvil y el uso de la app, el browser chatting y bastantes datos de geolocalización. Todos estos datos pueden compartirse con terceros, por ej. para la prestación del servicio, pero también en caso de requerimiento legal o emergencia.
  • Los datos de geolocalización son numerosos y se comparten, junto al nombre y la posible fotografía de perfil, con el conductor. Mayormente sirven para trazar nuestra posición, encontrar conductores, ver en tiempo real dónde está el que hemos elegido, conservar el trayecto hecho, enviarnos ofertas (personalizadas según intereses), recibir notificaciones o compartirlos con terceros (por ej. otras personas con las que hayamos realizado la misma ruta).
  • Aceptamos que toda la información (personal o no) captada por Uber se transfiera a EE.UU. para su recopilación y tratamiento allí. Uber está adherido al Acuerdo de Puerto Seguro y el sello de privacidad TRUSTe, por tanto ciertas garantías de un trato equivalente a la normativa europea debería haber.

En conclusión, da la sensación que Uber va a dar (todavía) mucho más que hablar. Convierte algo complejo en un proceso sencillo y óptimo para el consumidor final, al que le ofrece mejores precios, con un servicio más personalizado e incluso más discreto. Ahora bien, hay un coste en privacidad bastante respetable creo yo. Un usuario habitual de taxi no va soltando por ahí al chófer su nombre, foto, rutas o dispositivo empleado. Mientras que con Uber habrá mucha más monitorización para el usuario habitual del servicio. Sí, lo hace mucho más personal, puede llegar a desactivarse la geolocalización (aunque el servicio queda bastante cojo entonces), pero parece que es imposible dejar de ser el producto hoy en día, ni tan siquiera cuando uno paga por él y simplemente quiere desplazarse.

¡Feliz trayecto!
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