Google Glass – 13 Detalles sobre sus términos y condiciones

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Google Glass, las gafas de realidad aumentada de Google, son el último objeto de deseo en el mundo tecnológico y una de las últimas amenazas en materia de privacidad.

Ahora hace poco más de un año, Google anunciaba Project Glass a través de un vídeo conceptual sobre cómo podría ser un día en la vida de alguien que empleara el tipo de tecnología planteado. Es decir, unas lentes que proyectaran frente a los ojos del usuario información de todo tipo al instante, con una interfaz basada en comandos de voz y con una capacidad de interacción y respuesta reducida a la mínima expresión.

Un año después el proyecto ha pasado a convertirse en realidad y Google Glass ya es algo más que un concepto. De hecho más de 1500 desarrolladores ya lo tienen entre manos y están trabajando en múltiples desarrollos.

Ahora bien, no todo han sido bondades durante este año. La facilidad y discreción (con un simple guiño por ejemplo) con la que Google Glass permite capturar imagen, vídeo o audio, han hecho que sea visto como una seria amenaza a la privacidad de sus usuarios y quienes estén a su alrededor. Tal es la paranoia sobre el tema que, a pesar de no estar todavía disponibles para el gran público, ya hay restaurantes que han prohibido su uso en el recinto, se cuestiona la legalidad de usarlas al volante, han dado lugar a un movimiento anti-cyborg e incluso se ha acuñado ya un término (en inglés) para quien hace un uso inapropiado del dispositivo, «Glasshole«.

Visto lo visto pues, parece buena idea echarle un ojo a los términos y condiciones de esta versión inicialmente puesta en circulación para desarrolladores, la llamada «Glass Explorer Edition». Dichos términos se componen de las Condiciones de Uso y Política de Privacidad de Google en términos generales, y de los Terms of Sale, las Glass Platform Policies y los Google Mirror API Terms of Service en términos específicos. El comentario se centrará en estos 3 últimos documentos.

Geolocalización y otros datos de la empresa según sus términos y condiciones, en el Mapa de Términos y Condiciones.

Dichos esto, vamos allá, 13 detalles sobre los términos y condiciones de Google Glass:

  • Para emplear la actual versión de Glass, denominada Explorer Edition y calificada como en fase beta, el usuario debe ser mayor de 18 años, residir en EE. UU. y adquirir únicamente 1 dispositivo. El dispositivo debe recogerse en persona, en fecha y lugar (suelo norteamericano siempre) especificado por Google. Se dispone de un periodo de 30 días para desistir de la compra y no cabe el uso comercial del mismo.
  • El uso de Glass puede suponer que se empleen otros servicios de Google, como es natural. Lo que Google dice es que eso supondrá la aplicación de los términos y condiciones de esos otros servicios (¿consentimiento por voz?). Es decir, emplear con Glass por ejemplo Google Maps, implica la aceptación del siguiente aviso de navegación: «Los ojos siempre deben mirar la ruta, deben acatarse las leyes aplicables, no cabe usar el servicio mientras uno se mueva, la información no es en tiempo real, la localización puede ser inexacta y las direcciones puede ser incompletas, inadecuadas o peligrosas». Vaya, que emplear Google Maps con Glass es una tremenda idea. 😀

  • Todo lo relativo a la privacidad, recolección y tratamiento de datos, se remite a la Política de Privacidad de Google y a la de Google Wallet (necesario para adquirir esta versión inicial «Explorer Edition»). Así y todo, se especifica que el usuario consiente en proporcionar su localización, que cualquier foto o vídeo que capture se subirá automáticamente a su cuenta de Google+ y que Glass mostrará información enviada a otros dispositivos sincronizados con él (por ej. mensajes de texto).
  • En relación a lo anterior, se especifica que el responsable de organizar cualquier dato almacenado en Glass es el usuario, es decir, es el encargado de eliminar, transferir y hacer copias de seguridad de la información almacenada. A colación de esto, si el dispositivo fuera defectuoso, no se entregara, se perdiera o fuera robado, Google puede a distancia desactivar el dispositivo, pero tal desactivación se dice que no elimina automáticamente la información personal almacenada. De ahí que se insista en hacer copias de seguridad.
  • Un tema que ha dado que hablar últimamente, la reventa de Glass. Google no permite como regla general la reventa comercial, pero sí regalar el dispositivo. Ahora bien, la addenda específica de los términos de Google Glass, establece que no cabe reventa, alquiler, transferencia o simplemente poner en manos de otro el dispositivo. Por tanto, obviamente no cabe la subasta del dispositivo, pero tampoco simplemente regalarlo a otra persona. Si Google se entera de algo así y no se dispone de su autorización, puede desactivar el dispositivo y se pierde la opción de pedir un reembolso o cualquier acción similar.
  • Google no se responsabiliza de casi nada en caso de problemas como por ejemplo la pérdida de datos, con el límite de lo permitido por la ley. Además, sólo responderá como máximo por el importe abonado por el usuario, que en este caso serían 1.500 dólares.
  • Los servicios o software que puedan instalarse en Glass a través de la interfaz oficial o con la autorización de Google, serán los únicos válidos. Cualquier servicio, software o modificación de tercero en el dispositivo al margen de esos dos casos, implicará que Google deje de prestar soporte técnico y la garantía deje de ser aplicable.
  • En relación a la garantía, Google ofrece 1 año de garantía en caso de defectos en los materiales, el hardware en sí y/o el desgaste por el uso normal. Ahora bien, la garantía no cubre por ejemplo el uso en condiciones ambientales extremas, y se indican a título de muestra el polvo excesivo o la humedad.
  • Por regla general, la ley legislación aplicable sería la de California y la jurisdicción competente la del condado de Santa Clara. Ahora bien, si como usuarios de Google Glass residimos en un país que no permite tales opciones (como sería el caso de la Unión Europea), la legislación aplicable y jurisdicción competente serán las del país de residencia del usuario. En cualquier caso, esta previsión se contradice bastante con la que requiere ser residente en EE. UU. para poder acceder a Glass actualmente.
  • En relación a las Glass Platform Policies, obligan al desarrollador a incluir su propia Política de Privacidad, a no cambiarla sin dar un preaviso adecuado y a no recoger información personal sensible como datos bancarios, carné de conducir o números de la Seguridad Social si no son imprescindibles para realizar pagos. La finalidad de la información recogida del usuario, debe ser concreta y razonable en el contexto de la app, para ir más allá se debe requerir del usuario el consentimiento expreso.
  • El usuario debe tener un sistema razonablemente conveniente para eliminar los datos captados por una app de Glass, a excepción de casos muy puntuales (detallados en las Policies). Cualquier intento de vender o compartir la información del usuario con terceros, requiere su consentimiento, a no ser que hablemos de terceros imprescindibles para el normal desarrollo y prestación del servicio.
  • En relación a las Google Mirror API Terms of Service, las mismas establecen que no cabe la opción de desarrollar una app para Glass que muestre o incluya publicidad. En el mismo sentido, no cabe la opción de vender o trasmitir los datos de los usuarios a un anunciante.
  • Finalmente, desarrollar para Glass implica que el contenido subido vía la API de Google no es propiedad de Google, sino del desarrollador o sus usuarios finales, pero sí supone concederle una licencia mundial, gratuita, no exclusiva, irrevocable e indefinida sobre tal contenido. Todo ello para poder reproducir, adaptar, transformar, traducir, comunicar o distribuir tal contenido. Por tanto ojo los que desarrollen para Glass o tengan pensado hacerlo.

Y hasta aquí 13 detalles sobre los términos y condiciones de Google Glass, mucho más explicativos y reveladores los de la API o las Platform Policies que los de venta, la verdad sea dicha. En todo caso incidir en la idea que estos términos son los aplicables ahora mismo a la versión «Explorer Edition», y por tanto a las poco más de 1500 unidades en circulación, y no a la versión para el gran público que se espera para 2014.

Volveremos a revisarlos por entonces. 🙂

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